domingo, 7 de agosto de 2011

de Madrid al cielo

me quedaré esperando a que amanezca, en un banco del centro de Madrid
esperaré para ver como amanece, entre el ruido de los coches, trenes, aviones y personas que van con prisa, entre tacones y señores que compran oro o venden sonrisas con algún que otro espectáculo a cambio de la calderilla que puedas sacarte de los bolsillos.
Pasaré frio y luego calor en este tiempo loco, porque Madrid es inestable, su política, su justicia y su tiempo son inestables.
Me fijaré en cada persona, y me inventaré, mientras espero, de dónde vienen, de qué cuchitril de discoteca vienen, o de qué noche loca han pasado, preocupados porque llegan tarde a cualquier sitio al que llamen hogar, después de una noche de borrachera y algún que otro acto del que posiblemente se arrepientan, o casualmente.. se alegren, o a donde van, con sus maletines, y sus documentos importantes, sus trajes de armani y sus gafas de ray-ban.
me fijaré en las personas que siguen manifestando para que algo o alguien se de cuenta de una vez que no están acampando ahí porque quieren emborracharse ni fumar porros.
Y mientras veo amanecer, policías intentan callar a lo que solo los políticos quieren que sea silencio.
Mendigos intentan que te saques algo de dinero del bolsillo para poder comer, o beber para olvidarse de que ésa es su vida.
pese a todo, me encanta Madrid. me encanta ver amanecer en madrid, desde un banco cerca de las torres kio o desde cualquier trozo de césped del retiro, desde moncloa, gran vía o la puerta del sol, al lado del tio pepe y de algún trabajador que me da un flyer de Joy o de un kebab.


amanece Madrid, hoy va a ser un buen día.

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